En el oscuro cementerio de tu vida No hay mas belleza que lo asnal de tu empeño En ser el noble portador de las virtudes Que te hagan guia y protector de pueblos.
Quiza no estes contaminado por la envidia, Pero es por no ver nunca los logros de nadie; Para integrarse a tu parodia de familia La hipocresia resulta indispensable.
Tus incuestionables dones y lacras palpitan Bajo piel de martir y entre carne de asesino. Tu ciencia reposa en los inmenso del vacio, Apenas un eco de cansadas profecias.
Quiza te alumbre el don del convencimiento, Pero el que busca otro camino tu ego hiere; Cuanto mas llores por los que te abandonan Mas te encadenas a los que aun te son fieles.
Y hasta es posible que a tu mente desquiciada Acudan unas pocas gotas de talento: Logras que besen tus manos asesinas Y te coronen "señor de los corderos".
Tus incuestionables dones y lacras palpitan Bajo piel de martir y entre carne de asesino. Tu ciencia reposa en los inmenso del vacio, Apenas un eco de cansadas profecias.