No me vas a ver tirado ni me vas a ver vencido. No me vas a ver rodando como vos te imaginás. Ni metido en los boliches pa' olvidarme de tu olvido. Si has pensado en todo eso, no lo vas a ver jamás.
Cuando tenga que nombrarte voy a hacerlo sin testigos, por si acaso en una de esas se me escapa un lagrimón. Y si tomo alguna copa, no va a ser con los amigos. Uno nunca esta seguro si le falla el corazón.
No voy a andar dando pena, desesperado y vencido. Después de haberte perdido nunca sabrás si tu olvido dejó ternura o rencor. Si todos dicen que miento, porque abrazado al ayer te quiero mucho, y te siento, si mi vida es un tormento, ¡jamás, jamás lo vas a saber!
No te voy a dar el gusto que te digan algún día, que me vieron solo y triste, que me muero por tu amor; que te extraño como nunca, que te quiero todavía. No te voy a dar el gusto que te cuenten mi dolor. Yo sabré morder mis penas y callar mis pensamientos, no te va a decir ninguno que en sincera confesión le lloré mis amarguras, ni le dije lo que siento, lo que siento lo sabemos sólo yo y mi corazón.