La tempestad, Busca mis labios, quiere llegar, hasta el pasado, Abriendo la herida, que aún sangra mentiras, de ti y de mí.
La tempestad, Puso los ojos, en la quietud, de mis despojos, Subió la marea, con la luna llena, Y el duende, del odio, actuaba por mí.
Y me tragué en tus besos, Veneno envuelto en flor, Y me busqué en tus huesos, Hasta encontrarme en tu dolor.
Hasta que con el alma hecha jirones, Vertí mi corazón, para perderlo en tus pezones, Y me quedé vacío, como la primera vez.
La tempestad, Viene a matarme, mintiendo que, aún quiere amarme, Y me odio más que nunca, y te extraño como siempre, Y no entiendo, como habiendo tantas otras, Me volví a perder en ti.
Y me tragué en tus besos, Veneno envuelto en flor, Y me busqué en tus huesos, Hasta encontrarme en tu dolor.
Hasta que con el alma hecha jirones, Vertí mi corazón, para perderlo en tus pezones, Y me quedé vacío, como la primera vez que te lo di, te lo di.
Y me odio más que nunca, Y la extraño como siempre, Y no entiendo, cómo habiendo tantas otras, Me volví a perder en ti, La tempestad.