Dónde guardo tu espejo, tu cigarro dónde guardo tu sueño tras de mí dónde guardo tu aroma, tus enfados y tu loca carrera por vivir. Dónde guardo tu nombre de mar que de tarde me busca y me vuelve a encontrar dónde guardo, tantos años, tantos sueños que no fueron más allá.
Dónde guardo tu voz de crucigrama tu nobleza, tu eterna discusión tu silencio, tus cuentas, tu esperanza la distancia que de pronto nos perdió. Dónde guardo tu azúcar, tu sal que me ha dado y robado de pronto la paz dónde guardo, tantos años, tantos sueños que no fueron más allá.