Yo estaba en el final Pegado al ventanal De un cafetín Fumándome la espera Y en el vaivén De un vértigo fatal Oí decir “adiós” Y el nombre “medellín...”
Sentí que era de dios La voz que dijo “adiós” Y el retintín Profundo de la muerte Me enmudeció Y no alcancé a gritar “—¿¡por qué me abandonás!?—” Anclao en medellín...
...perdonen al destino las musas milongueras Preñadas por los bardos borrachos de café. Perdonen a la muerte la suerte de estos versos Más todos esos tangos que nunca cantaré...
...y el triste cacatúa soñándome en la esquina Que olvide su gomina y su parada fiel. Y cierren sus ventanas las novias solteronas Que esperan todavía que un día he de volver.
Yo estaba en el postrer Peldaño del adiós Sin presentir Que todo era mentira. Dolor de ser. Me aqueja la inmortal Herida de este mal Tremendo de existir.
Quisiera alguna vez Dejar de ser gardel. Huir de mí. Tal vez no ser eterno. Envejecer. Cantar peor que ayer. Bajarme del avión Y nunca más partir…