Esta voz es terrón, greda y arena, aterido penacho de algún cardo, aspereza de piedra cimarrona que rebelde se eriza en los picachos.
En fraguas de cristal la he depurado, en escalas marinas o en naufragios. La templé en el huracán de amarga ausencia y mi sangre, glaciales de guijarros.
La haré camino algún día del sueño ausente, las alas de tus pupilas lo verán siempre.
Cuando te siembre la vida un tamborcito en el vientre la haré rebozo de nubes con flecos de soles tenues.
En un mástil luminoso de palabras la izarían jubilosos mis hermanos, si una gama de melódicos matices ondulara en la bandera de mi canto.
En fraguas de cristal la he depurado, en escalas marinas o en naufragios. La templé en el huracán de amarga ausencia y mi sangre, glaciales de guijarros.
La haré camino algún día del sueño ausente, las alas de tus pupilas lo verán siempre.
Cuando te siembre la vida un tamborcito en el vientre la haré rebozo de nubes con flecos de soles tenues.
Compositor: Juan Carlos López Alonso - Washington Luzardo