Una vez mas la soledad y yo sentados frente a frente, callados, silentes como dos enamorados bajo el cielo plomizo de la tarde que se ha querido hoy vestir de otoño y se perfuma de romero y jara y me seduce y me recuerda que solo faltas tu para pisar la alfombra de hojas secas y regalarme un beso entre la lluvia y atravesar la niebla de tu mano.
Te echo de menos hoy. Te echo de menos. Un minuto sin ti es infinito y tu recuerdo se acuesta en mi almohada y me acaricia llevándome a las puertas de tu cielo.
Te echo de menos hoy. Te echo de menos. Un espacio sin ti es el vacío y tu recuerdo me lleva de la mano y me sonríe hasta lo mas profundo del deseo.
Una vez mas la soledad y yo entre los dos el aire desnudo. Mirándonos y sin decirnos nada mientras llega la noche dulcemente. Y se sienta en el borde de mi cama. Y se viste de seda y me desnuda. Y me seduce. Y me recuerda que solo faltas tú para poner un beso en cada herida hasta que nos sorprenda la mañana y derrochar a medias la ternura.
Te echo de menos hoy. Te echo de menos. Un minuto sin ti es infinito y tu recuerdo se acuesta en mi almohada y me acaricia llevándome a las puertas de tu cielo.
Te echo de menos hoy. Te echo de menos. Un espacio sin ti es el vacío y tu recuerdo me lleva de la mano y me sonríe hasta lo mas profundo del deseo.