Y es que ella no sabe lo que es el amor, sólo sabe de golpes y desolación. En su cara refleja la pena y el dolor y es que ella, ella...
No conoce aquel hombre que un día la enamoró, duele más el sufrimiento que cualquier moratón. Se refugia en su alma de cualquier chaparrón y es que ella, ella....
Y en tu cocina, tan prisionera de tu casa, en la cocina, donde los días pasarán como rutina. Donde su siesta es la paz de tu armonía. Y en tu ventana gritas al cielo pero lo dices callada. No vaya a ser que se despierte el que maltrata cada sentido y cada gesto de tu alma.
Lo que daría yo por cambiar su temor por una estrella donde sin golpes viviera ella sola. Lo que daría yo por parar sus reloj, en madrugada, pa que durmiera tranquila y sola.
De verse sola perdía en el infierno con lo calentito que se está allí en invierno pero prefiere mil veces sus sueños antes de verse sola en sus adentros.
Y en tu cocina, tan prisionera de tu casa, en la cocina, donde los días pasarán como rutina. Donde su siesta es la paz de tu armonía. Y en tu ventana gritas al cielo pero lo dices callada. No vaya a ser que se despierte el que maltrata cada sentido y cada gesto de tu alma
Lo que daría yo por cambiar su temor por una estrella donde sin golpes viviera ella sola. Lo que daría yo por parar sus reloj, en madrugada, pa que durmiera tranquila y sola. (x2)