Es el siglo en que vivimos de lo más original el progreso nos ha dado una vida artificial. Muchos caminan a máquina porque es viejo andar a pie, hay extractos de alimentos y hay quien pasa sin comer.
Siempre hablamos de progreso buscando la perfección y reina el arte moderno en todita su extensión. La chanchulla y la matufia hoy forman la sociedad y nuestra vida moderna es una calamidad.
De unas drogas hacen vino y de porotos café, de maní es el chocolate y de yerbas es el té. Las medicinas veneno que quitan fuerza y salud, los licores vomitivos que llevan al ataúd.
Cuando sirven algún plato en algún lujoso hotel por liebre nos dan un gato y una torta por pastel. El aceite de la oliva hoy no se puede encontrar pues el aceite de potro lo ha venido a desbancar.
El tabaco que fumamos es "habano pour reclam" pues así lo bautizaron cuando nació en Tucumán. La leche se "pastoriza" con el agua y almidón y con carne de ratones se fabrica el salchichón.
Los curas las bendiciones las venden y hasta el misal y sin que nunca proteste la gran corte celestial. Siempre suceden desfalcos en muchas reparticiones, pero nunca a los rateros los meten en las prisiones.
Se presenta un candidato, diputado nacional, y a la faz de todo el mundo compra el voto popular. Se come asado con cuero y se chupa a discreción celebrando la matufia de una embrollada elección.
Hoy la matufia está en boga y siempre crecerá más y mientras el pobre trabaja y no hace más que pagar. Señores, abrir el ojo y no acostarse a dormir, hay que estudiar con provecho el gran arte de vivir.