Engalanando el paisaje Con sus racimos escarlata, Junto al arroyo de plata El ceibo está, fiel guardián. Flor de mi tierra divina, Roja como un corazón. Flor que en las trenzas de las chinas Era un adorno coquetón.
Y las gentes de mi tierra Dicen que esa flor encierra Una historia de dolor. Que allí brotó De unas lágrimas de amor... Dicen que era un gaucho bueno, De mirar franco y sereno, Generoso y fiel varón, Derecho en el amor Y todo corazón.
Y que por bueno y honrado Lo traicionaron a escondidas. Pudo cobrarse dos vidas Y en cambio dio su perdón. Junto al arroyo callado Su desventura lloró. Y de sus lágrimas de sangre Dicen que el ceibo germinó.