Que se apague el día si me mientes Y se prenda la noche si me sientes Aunque la tinta fue permanente El tiempo ha borrado el para siempre
Entiérrame el alma en tu saliva Y si la muerte cree en el karma nos regalará otra vida Las personas importantes son las que ven la caída Y aún así van por delante para evitarte la herida
Todos tenemos una caja de los miedos Y evitamos el yo puedo por temor a que se llene La confianza no es poner la mano al fuego Es querer ponerla luego de que la primera aún queme
Una imagen valdría más que mil palabras Si el silencio no captará más que la luz de las fotos Me importaría lo que todos opinaran Si sus paredes hablaran mejor que estos muros rotos
Solo la verdad se moja Cuando se alza una bandera roja Soy amigo del cuchillo que me arrojas Porque ambos nos herimos con el filo de una hoja
Es como acaba y no como empieza Fue lo que me dijo la razón Pero la intuición fue mi certeza Y acabé empezando esta canción
Desde el faro de las dudas Deslumbrando cada adiós Desde las notas más mudas De un compás partido en dos
Desde una sonrisa suelta En la boca más veloz Desde la primera puerta Sin el timbre de tu voz
Tan solo quiero soñar despierto Y que la mente siempre engañe al corazón Que sea la palabra la que se lleve al viento Y que las flores soplen dientes de león
La vida nos exige elegir bien Sin saber cuál es el tren hasta que no lo perdemos Sería cierto lo de ojos que no ven Si no doliera pensar en alguien que ya no vemos
No estuvimos por los pelos Pero estaré donde señales Si de pequeño nunca me até los cordones ¿Cómo quieres que de grande me ate las cuerdas vocales?
Busco adaptarme pero nunca encuentro el modo Porque veo que cambia todo y que aún me siento un Peter Pan Que ha jugado tanto en la boca del lobo Que solo le queda el globo del ojo del huracán
Y ya No me quedan mejillas para tantos besos Ni me quedan caricias para tantos dorsos Aunque siempre haya un monstruo para cada verso
Y aunque me duela dile al universo que perdí Cuanto menos gusto al mundo mucho más me gusto a mi Solo me queda una condena por cumplir El dejavu de la pena de los poemas que escribí
Desde el faro de las dudas Deslumbrando cada adiós Desde las notas más mudas De un compás partido en dos
Desde una sonrisa suelta En la boca más veloz Desde la primera puerta Sin el timbre de tu voz