Para bien o para mal nos continúan llamando por razones del origen. Quien no nos quiere reza que algún verso atrevido acuñen de perverso o no haga digestión a alguien que decide. Con semejante análisis barato, sabiendo que cualquiera brilla un rato, cuando se acabe todo destellito, no obtuve casa ni carrito, mezclando el compromiso con bicarbonato.
Foráneos más de uno ya llegaron, queriendo mercadearnos los sudores, pero sus matemáticas olvidan que dimos historia precolombina y no estamos pa´ jueguitos de indios y conquistadores. Agradecidos de los que acompañan limpieza de alma, con o sin bolsillo, y nos valoran por horas de compañĂa, de esperanza o de consuelo, sin importar las millas u horas de vuelo. Boca a boca se propaga este jaleo, es el precio de vivir, de este lado del bloqueo. Ni mejores ni peores que los demás, sin más gloria que tenernos todavĂa Seguimos saludables de amistad haciendo de la lágrima alegrĂa.
Pasamos de apariencia de extranjeros a la confirmaciĂłn de nacionales Para aclarar las dudas va este verso: guajiros, serios y heterosexuales.