Decime bandoneón, qué tango hay que cantar, no ves que estoy muriéndome de pena. Yo sé que en tus archivos se quedó un tango que Gardel nunca cantó.
Permiso bandoneón, talvez Discepolín un verso te dejo para mi pena. Yo sé que con tu aliento a soledad mi angustia y mi dolor podes calmar.
¿Qué tango hay que cantar, para poder seguir, creyendo en el amor una vez más? Y así disimular ante la gente la pena de un amor que ya no está.
¿Qué tango hay que cantar, decime bandoneón, yo sé que vos también lloras de amor? Tuviste un desengaño como el mío, la noche en que Malena se marchó. Hermano bandonéon sabeme perdonar si a todos deschavé, cuál es tu pena. El beso que Malena no te dio la noche en que amurado te dejó. Querido bandoneón prestame un tango más, no ves que están azules mis ojeras. Azules por el frío de un amor, amor que entra las sombras se perdió.
¿Qué tango hay que cantar, para poder seguir, creyendo en el amor una vez más? Y así disimular ante la gente la pena de un amor que ya no está.
¿Qué tango hay que cantar, querido bandoneón? Busquemos ese tango entre los dos. Tu pena con mi pena van del brazo, qué lindo que se hicieran el amor