En mis sueños yo te soñaba, como azúcar de caña que mi boca endulzara No creí que te pudiera encontrar, no pensaba que existieras en realidad Y de un golpe entraste en mi vida, y al mirarte a los ojos supe que tú serías El amor que a gritos mi alma pedía, y algo me decía que tú sentías igual
Y quiero abusar de tus besos, sentir que deseas mi cuerpo Saber que ahora estamos encadenados los dos
Prisioneros de este amor que nos ha unido con los lazos del cariño Con el fuego más ardiente que jamás hemos sentido Prisioneros de este amor puro y sincero que nos llena de deseo Que nos lleva entre sus brazos, desde la tierra hasta el cielo
Son tus labios que me cautivan, esa vela que enciende mi pasión sin medida Tus caricias agua de manantial, que me corre por las venas si tú no estás Eres la razón y la fuerza que de mi corazón y mi alma se adueña Ese sentimiento que cada noche está alejando de mi almohada la soledad