Yo andaba loco por una vecina y hablarla sola no pude jamás pues siempre el padre, la madre o la tía a todas horas le andaban detrás. Y ya en trance de hablar en familia, pues no podía callar mi pasión; utilizando una clave sencilla le declaré de este modo mi amor.
Nopo mepe niepe-guepe upu-napa cipi-tapa sopo-lipi-tos, los dos.
De esta manera, la cosa fue andando y mal y bien, le expresé mi pasión. Y ya aunque hubiera cualquiera delante, nos entendimos muy fácil los dos. Y como al fin no le fui indiferente y con la clave también practicó, al poco tiempo la oí que sonriente me contestaba sin vacilación: