Por ser bueno, me pusiste a la miseria, me dejaste en la palmera, me afanaste hasta el color. En seis meses me comiste el mercadito, la casiya de la feria, la ganchera, el mostrador... ¡Chorra!... Me robaste hasta el amor... Ahura, tanto me asusta una mina, que si en la calle me afila me pongo al lao del botón.
¡Lo que más bronca me da, es haber sido tan gil!
Si hace un mes me desayuno con lo qu' he sabido ayer, no er'a mí que me cachaban tus rebusques de mujer... Hoy me entero que tu mama "noble viuda de un guerrero", ¡es la chorra de más fama que ha pisao la treinta y tres! Y he sabido que el "guerrero" que murió lleno de honor, ni murió ni fue guerrero como m'engrupiste vos. ¡Está en cana prontuariado como agente 'e la camorra, profesor de cachiporra, malandrín y estafador!
Entre todos me pelaron con la cero, tu silueta fue el anzuelo donde yo me fui a ensartar. Se tragaron vos, "la viuda" y "el guerrero" lo que me costó diez años de paciencia y de yugar...
¡Chorros! Vos, tu vieja y tu papá, ¡Guarda! Cuidensé porque anda suelta, si los cacha los da vuelta, no les da tiempo a rajar.
¡Lo que más bronca me da, es haber estao tan gil!
Compositor: Enrique Santos Discepolo ECAD: Obra #850451 Fonograma #1294620