Y una mĂĄs que vaga sola, sola y triste con mi pena, arrastrando una cadena de amargura y sinsabor.
Mas yo no culpo a ninguno, sufro sola mi caĂda y a cada paso mi vida llora de angustia y dolor.
Corrientes calle de vicios, una noche me embriagaste con tu mal y fue tanto el veneno que me diste que nadie resista tu brillo fatal. Corrientes calle maldita, no te cambio jamĂĄs por mi arrabal. Aunque a veces quisiera abandonarte, no puedo dejarte, calle de mi mal.
Como siento por mis viejos mi hogar, mis hermanitos, que de pena probrecitos sufren lo mismo que yo. Ya mi honor y la verg"enza para siempre la he perdido y hasta mi carne he vendido para que hablar del pudor!