Rechiflao en mi tristeza, te evoco y veo que has sido de mi pobre vida paria sólo una buena mujer tu presencia de bacana puso calor en mi nido fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido como no quisiste a nadie, como no podrás querer.
Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta, gambeteabas la pobreza en la casa de pensión: hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta, los morlacos del otario los tirás a la marchanta como juega el gato maula con el misero ratón.
Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones te engrupieron los otarios, las amigas, el gavión la milonga entre magnates con sus locas tentaciones donde triunfan y claudican milongueras pretensiones se te ha entrado muy adentro en el pobre corazón.
Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado, no me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás; los favores recibidos creo habértelos pagado y si alguna deuda chica sin querer se había olvidado en la cuenta del otario que tenés se la cargás.
Mientras tanto, que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros, sean una larga fila de riquezas y placer; que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos que te abrás en las paradas con cafishios milongueros y que digan los muchachos: “Es una buena mujer”.
Y mañana cuando seas deslocado mueble viejo y no tengas esperanzas en el pobre corazón si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo p’ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión.
Compositores: Carlos Gardel, Jose Razzano, Celedonio Esteban Flores (Cele) ECAD: Obra #1143045 Fonograma #1247088