También los goces que da el dinero en otros tiempos los tuve yo y en las veladas del crudo invierno en auto propio llegue al colon. Por los gemelos acribillado supe a las damas interesar, mientras lucia desde mi palco el blanco peto del rico frac.
A que vuelve a mi memoria la miseria a renovar el recuerdo de otras horas, si hasta el aire cuando pasa trae la sorda risa helada de la que así me perdio! Yo le di el amor más noble y mi hogar, mi vida entera; yo por ella perdi el nombre y pensando solo en ella fui de todo, hasta ladron.
Los paraisos del alcaloide para olvidarla yo paladee y asi en las calles, como soñando, hecho un andrajo me desperte. En las grandezas que da el dinero no pongas nunca tu vanidad, que mi fortuna fue como un sueño y traicionera mi realidad.
Cuanta plata en las carreras junto a ella deje yo! Que de amigos en mi mesa de mantel de puro hilo que se fueron como el vino que mi mano les brindo! Son más crueles que el invierno del destino los rigores... Gran señor y pordiosero, yo también tuve mis pobres en mis noches de Colon!