Cuando era un bambino yo soñaba con llegar. loco de ambiciones todo el mundo a conquistar, sin saber que luego iba a sufrir aquel beso, que al partir, me dejara sin hablar. ¡Oh, mia bella Italia! Muchas veces te añoré. ¿Dónde está mi madre? ¿Por qué ingrato la dejé? ¿En qué muelle, acaso, aguardará, o en qué barco llegará? ¡Para qué la esperaré!
¡Oh, mama mía! ¡Qué lejana estás! Dime en qué puerto tú me esperarás. ¡Oh, mama mía! ¿Te recuerdas de mí? Y nunca he dejado de rogar por ti.