Y me han hecho compañía cuarenta amigas, mi baraja, mientras ladraba mi buen perro a la tenaz melancolía.
¿Tú cómo estás? ¿Tú cómo estás? ¿Tú cómo estás?
¿Tú cómo vives, cómo te encuentras, con quién te citas hoy, quién viene a recogerte, quién sigue tu corto paso, quién te telefonea, quién te pregunta ahora: “¿Tú cómo estás?"
¿Tú cómo estás? ¿Tú cómo estás? ¿Tú cómo estás?
¿Tú cómo estás? ¿Tú cómo estás? ¿Tú cómo estás?
Y de pronto encuentro tus iniciales en mi pecho. No tengo ganas de perderlas y las resguardo contra el tiempo.
¿Tú cómo estás? ¿Tú cómo estás? ¿Tú cómo estás?
¿Qué es lo que piensas, dónde caminas, quién te inaugura el día, quién anda por tu espalda, quién se tiende a tu lado, quién grita el nombre tuyo, quién te acaricia ahora?
¿Tú cómo estás? ¿Tú cómo estás? ¿Tú cómo estás?
¿Tú cómo estás? yo no he cambiado nada, no, el viento no ha borrado nada entre tú y yo. ¿Tú cómo estás? no ha sucedido nada, no, el tiempo no nos ha olvidado ¿Cómo estás? ¿Tú cómo estás?