Quien se atrevió en algún momento, A hablar mal de la raza negra, Que se abstenga hoy. Pues borínquen, Tiene un sabor en la sangre Herencia de la tierra sagrada (africa) Que nadie se atreva si quiera A decir una palabra contra la raza negra Hoy y nunca. Pues la raza oprimida vivió en la tempestad Y los juzgan con maldad De llevar mala vida
¿cuánto no hemos bailado Con el sabor africano? ¿cuánto no hemos gozado Con ese ritmo acaderado? Arrebatados hemos estado Moviendo nuestros cuerpos lado a lado Arriba a abajo, lado a lado Africa, africa.
En borínquen en tiempo de conquista De los españoles esclavistas, No bastaba explotar a los taínos Trajeron africanos a nuestra isla. Los sacaron de su tierra querida, De la naturaleza que tenían, Les arrancaron la vida.
Para llevarlos a una tierra desconocida Con gente asesina, obligándolos a trabajar Sin nada que ganar. A pesar del tal grado de mala vida, Los africanos miraron hacia arriba, Buscaron una salida, Rompieron las cadenas, rompieron las cadenas de la esclavitud negra. Rompieron las cadenas de la esclavitud negra Por eso tengo sangre negra en las venas