Soy amante de tres manos, cuatro labios, piel al viento.
Delinco de noche me atrevo a otros cuerpos, de día me duermo soñando que es cierto.
Con la huella de mis dedos ando en todos los sentidos.
Acecho amoroso, me entrego vencido, soy pájaro agudo en tu tierno nido.
Este ardiente gato en celo, siete vidas bien quisiera para a fuerza de placeres desnudar la primavera.
La mano pecosa de tanto pecado, las venas, mil rastros del goce gozado.
Caigo en todos los vacíos, manos, labios, nuca, sexo. A lo cóncavo lo cubro con la piel de lo convexo.
Mi voz allá abajo simula ser grave, no quiere que sepan sus gritos de ave.
Siento en todos los andares que lo firme de mi flecha sin tu curva se declina, sin tu blanco se deshecha.
Tus ojos ojeras de tantas esperas, tus cejas al vuelo descienden caderas, el pie donde bajo mi altura orgullosa, abismo de inversos corales de rosas.
Delinco de noche, me atrevo a otros cuerpos, de día me duermo, soñando que es cierto. Mi voz allá abajo subiendo de ahínco, entrando en tu oído gritando delinco,
Soñando que es cierto... El goce gozado... Los gritos de ave... No quiero que sepan... Mi altura orgullosa... Abismo de inversos... Corales de rosas... Las cejas al vuelo...
Soy amante de tres manos, cuatro labios, piel al viento
pero el ojo de mis huesos mira siempre hacia lo humano.