La mesa de la cocina Tiene tiempo que no para De apoyar los antebrazos O los codos y las caras Y se sienta en las mañanas Al almuerzo con un sol Que le calienta dos patas Y olvida las otras dos
La mesa de esta cocina Conoce conversaciones Que he olvidado y que reviven Cuando se asoman Las noches familiares y se rĂe Y se mira un poco atrás Y en mi rostro asoma un niño Como en el de los demás
La mesa de la cocina La mesa que siempre ha sido Centro en donde se conjuga Lo que está y lo que se ha ido Lo que viene, lo futuro Se lo vine a preguntar Y la mesa de la cocina No ha querido contestar.