Yo también carrero fui y a mucha honra señores, entre mis manos las riendas sacaban mis percherones. ¡Ellos chispas en las piedras, yo chispa en los corazones! ¡Yo también carrero fui voy a cantar mis amores!
Con mi perro a la culata silbador y presumido, no hubo amor ni china ingrata que no prendiera en su bata mi corazón atrevido. Y a la vuelta de una esquina, con un mate bien servido, así me esperó Manuela, Rosa, Elvira, Inés, Leonor. ¡Y hoy guardarán todas ellas de mi cariño, una flor!
¡Yo también carrero fui aunque hoy me digan señor!