Barrio viejo en que nací cuando llegaba el ochenta, cuando llegaba el ochenta, milonga heroica y sangrienta que de la cuna aprendí. Todavía se encuentra allí el farol que iluminaba, el patio donde cantaba como en los tiempos de Rosas, cielitos y refalosas, el pardo Gaudencio Navas.
Corralón de Pancho Flores donde entre copas de vino, donde entre copas de vino, me enseñó a cantar Gabino, payador de payadores. Barriada de mis amores, callejones de las quintas, donde adornadas con cintas y sobre el pecho una flor, me daban pruebas de amor Teresa, Rosa y Jacinta.
Las antiguas pulperías del Indio y de La Bandera, del Indio y de La Bandera, cuántas famosas cuadreras vi correr aquellos días. Cuántas viejas y sombrías historias de mazorqueros, escucharon los aleros en labios de algún cantor, cantando con el fervor de los antiguos troveros.