Cruel en el cartel, la propaganda manda cruel en el cartel, y en el fetiche de un afiche de papel se vende la ilusión, se rifa el corazón... Y apareces tú vendiendo el último jirón de juventud, cargándome otra vez la cruz. ¡Cruel en el cartel, te ríes, corazón! ¡Dan ganas de balearse en un rincón!
Ya da la noche a la cancel su piel de ojera... Ya moja el aire su pincel y hace con él la primavera... ¿Pero qué? si están tus cosas pero tú no estás, porque eres algo para todos, como un desnudo de vidriera... ¡Luché a tu lado, para ti, por Dios, y te perdí!
Yo te di un hogar... ¡Siempre fui pobre, pero yo te di un hogar! Se me gastaron las sonrisas de luchar, luchando para ti, sangrando para ti... Luego la verdad, que es restregarse con arena el paladar y ahogarse sin poder gritar. Yo te di un hogar... -¡fue culpa del amor!- ¡Dan ganas de balearse en un rincón!