Yo he vivido dando tumbos rodando por el mundo y haciéndome el destino... Y en los charcos del camino, la experiencia me ha ayudado por baquiano y por que ya comprendo que en la vida se cuidan los zapatos andando de rodillas. Por eso, me están sobrando los consejos, que en las cosas del amor aunque tenga que aprender nadie sabe más que yo.
Yo anduve siempre en amores ¡qué me van a hablar de amor! Si ayer la quise, qué importa... ¡qué importa si hoy no la quiero! Eran sus ojos de cielo el ancla más linda que ataba mis sueños; era mi amor, pero un día se fue de mis cosas y entró a ser recuerdo. Después rodé en mil amores... ¡qué me van a hablar de amor!
Muchas veces el invierno me echó desde la ausencia la soga del recuerdo, y yo siempre me he soltado como un potro mal domado por mañero, y porque yo que anduve enamorado rompí como una rosa las cosas del pasado. Y ahora, que estoy viviendo en otra aurora no me expliquen el amor que aunque tenga que aprender nadie sabe más que yo.