Tú quieres más el mar, me dijo con dolor y el cristal de su voz se quebró. Recuerdo su mirar con luz de anochecer y esta frase como una obsesión: "Tienes que elegir entre tu mar y mi amor". Yo le dije: "No" y ella dijo: "Adiós". Su nombre era Margó, llevaba boina azul y en su pecho colgaba una cruz.
Mar... Mar, hermano mío... Mar... En tu inmensidad hundo con mi barco carbonero mi destino prisionero y mi triste soledad. Mar... Yo no tengo a nadie. Mar... Ya ni tengo amor. Sé que cuando al puerto llegue un día esperando no estará Margó.
Mi pena es tempestad que azota el corazón con el viento feroz del dolor. Jamás la olvidaré y siempre escucharé sus palabras como una obsesión: "Tienes que elegir entre tu mar y mi amor". Triste, dije: "No" y escuché su adiós... Su nombre era Margó, llevaba boina azul y en su pecho colgaba una cruz.