Uno de mi calle me ha dicho que tiene un amigo que dice conocer un tipo que un día fue feliz. Y me han dicho que dicen, que dijo que se tropezó en la calle con un sueño y se entretuvo, y desde entonces no estuvo para nada ni para nadie. Y a salvo de su conciencia estrenó nuevas sensaciones y asombrado, comprobó que le iban bien. Y me han dicho que dicen, que dijo que recreándose en la suerte de ese sueño que atrapó, pegó un grito y se escuchó por primera vez. Era un hombre como cualquiera: ignorado, desorientado, contaminado como cualquiera, aburrido, desconocido y poco atrevido donde lo hubiera. Y dicen que creció de tal modo que llegó a alcanzar las estrellas, que se sonrió con razón como lo hacen los bobos sin ella. Y uno de mi calle me ha dicho que tiene un amigo que dice conocer un tipo que un día fue feliz. Uno de mi calle me ha dicho que han dicho las autoridades que pasó el peligro, que todo está bajo control, que se trataba de un caso aislado, pero no obstante recomiendan que se tomen precauciones, que quien lo prueba una vez sueña en reincidir. Si usted es un hombre como cualquiera: ignorado, desorientado, contaminado como cualquiera, aburrido, desconocido y poco atrevido donde lo hubiera, no vaya usted a crecer de tal modo que llegue a alcanzar las estrellas, que se sonría con razón como lo hacen los bobos sin ella. Que uno de mi calle me ha dicho que tiene un amigo que dice conocer un tipo que un día fue feliz.