Lo primero que hizo el Dioni al llegar a RĂo fue brindar con el espejo y decir ¡que tĂo! No veas que pasĂł de entrada en el restaurante niñas al salĂłn que el Dioni está en la ciudad.
Porque las mulatas cuando son de bandera confunden el corazĂłn con la billetera.
Y la pasma. -Que te ve cara de pringao de fantasma. -Si encima cortas el bacalao. Ay Dionisio. -Pues total lo del banco sin un mal tiro mucho vicio. -Trincar el pastĂłn y pegarse el piro.
La de noches que he dedicado yo a planear un golpe como el que diste tĂş con un par.
Marcándose una lambada en Copacabana aun flipa rememorando aquella mañana en que decidió jugársela a cara o cruz para una vez que te sale un órdago claro al mus.
Tumbado al sol en topless Ipanema sueña despierto como va a alucinar la peña viendo tu foto en la portada el Interviú poco va a gozar tu cuerpo el cambio de luz.
Vaya nivelĂłn, menudo aprendiz de brujo nariz a lo Indiana Jones, peluquĂn de lujo.