Asociado en sociedad con tales socios, se pueden imaginar que los amores van mal, la salud ni fu ni fa y no van bien los negocios.
Se nos sube a la cabeza la espuma de una tristeza crepuscular, el Ăłxido de los dĂas, las utopĂas con hielo, el azul galimatĂas del cielo segĂșn san Juan, un calcetĂn con tomate y eL Ășltimo disparate de Nicanor, que cuando le preguntaron si habĂa estado enamorado, como es un hombre sincero, "yo, no señor -contestĂł-, yo siempre fui camarero".
Estaban GĂĄmez el astronauta, GastĂłn el flauta, Mari la tetas, el novillero poeta con su mujer, el pobre don Agapito y un camellito sin dientes sobrino de un primo hermano de algĂșn pariente asturiano de VĂctor Manuel.
Asociado en sociedad con tales socios, se pueden imaginar que los amores van mal, la salud mejor ni hablar y no van bien los negocios.