El joven aprendiz de pintor que ayer mismo Juraba que mis cuadros eran su catecismo Hoy, como ve que el público empieza a hacerme caso, Ya no dice que pinto tan bien como Picaso. En cambio la vecina que jamás saludaba Cada vez que el azar o el ascensor nos juntaba Vino ayer a decirme que mi última novela La excita más que todo Camilo José Cela. ¿Y qué decir del manager audaz y decidido que no me recibió, que siempre estaba reunido? Hoy, moviendo la cola, se acercó como un perro A pedir que le diéramos vela en este entierro Y yo le dije: no, No, no, no, no, no, no Ya está marchita La margarita Que en el pasado he deshojado yo. El torpe maletilla que hasta ayer afirmaba, Que con las banderillas nadie me aventajaba, Ahora que corto orejas y aplauden los del siete Ya no dice que cinto tan bien como Antoñete. La propia Caballé que me negó sus favores, La dive que pasaba tanto de cantautores Llamó para decirme: "Estoy en deuda contigo, Mola más tu Madrid que el aranjuez de Rodrigo." ¿Y qué decir del crítico que indignado me acusa de jugar demasiado a la ruleta rusa? Si no hubiera arriesgado tal vez me acusaría De quedarme colgado en calle Melancolía Y eso sí que no, No, no, no, no, no, no, Ya está marchita La margarita Que en el pasado he desojado yo.