Que no te mire dice el psicoanalista sólo gozan contigo los masoquistas. Mi fiel amante y pobre televisor aunque nadie te cante te canto yo.
Iñigo sin bigote Patín con gripe para cambios profundos los de Felipe Lola en bata de cola y un servidor a punto de escupirle al televisor.
Telespañolito, que ves la tele, te guarde Dios uno de los dos canales ha de helarte el corazón.
Pasé de logaritmos y de Cervantes y me vine a Madrid para ser cantante pero como cantaba con intención tres rombos le colgaban a mi canción.
Lamento que el programa que más me guste sea ese que se llama “Carta de Ajuste”, aunque algunos se empeñen en afirmar que “Despedida y Cierre” conecta más.
Telespañolito, que ves la tele, te guarde Dios uno de los dos canales ha de helarte el corazón.
Arrecian desde Roma las reprimendas en dirección a nuestras partes pudentas se olvidan de que el sexo no hace ilusión más que si va seguido de excomunión.
Me siento como un mudo cantando a sordos ya lo dice Petete del libro gordo del aborto y la Lode mejor no hablar si con la Iglesia no te quieres topar.
Telespañolito, que ves la tele, te guarde Dios uno de los dos canales ha de helarte el corazón.
El gobierno “Si Yo fuera Presidente” no dudaría tanto en hincarle el diente al ruido de sables que hay cada vez que se cruzan los cables del coronel.
Que dejen de tomarnos por subnormales que dejen de tocarnos lo genitales, que nos cuenten las cosas tal como son que suba el Pirulí la imaginación.
Telespañolito, que ves la tele, te guarde Dios uno de los dos canales ha de helarte el corazón.