Cuando aprendí a tragar fuego el circo ya se había ido de Albacete a Nueva York. El elefante está ciego el domador malherido ¿quién ha mentido, mi amor?
La canción que estoy cantando empieza en otras canciones y acaba en un hospital. ¿Por qué me sigo jugando la vida a pares o nones por fulanita de tal?
Cuando el flautista de hamelin sacó un ratón de su bombín, Polichinela se fugó con Arlequín. Hay mariposas de arrabal que nunca aprenden a volar, vinagre y rosas, a la hora de cenar.
La trapecista polaca se encaprichó de un forzudo caminito de Moscú. Cambió mi oro por su alpaca, maldita ley del embudo, no valgo menos que tú.
El lanzador de cuchillos por llevarse algo al bolsillo trabaja de afilador. El hombre bala se enfada, su pólvora está empapada de tanto decir adiós.
Cuando el flautista de hamelin sacó un ratón de su bombín, Polichinela se fugó con Arlequín. Hay mariposas de arrabal que nunca aprenden a volar, vinagre y rosas, a la hora de cenar.
Compositor: Joaquin Ramon Martinez Sabina ECAD: Obra #3714832