Le he pedido a Cupido la cuenta, he pagado con sangre la afrenta de volverme loca. He vencido al amor por las malas, me he cosido un corpiño antibalas pensando en tu boca.
He pintado la alcoba de rojo, he regado con sal el rastrojo que pudo haber sido. He dejado la llave en la puerta, me he bañado en la playa desierta del mar del olvido