Dicen que existe un país al sur del mundo, atado a la cola del barrilete americano. Un país mágico y extraño donde se mezclan la alegría de carnavales paganos y la tristeza de madres gringas que agitan pañuelos frente a barcos que zarpan.
Un país que es pasión y maravilla donde uno no puede ser del todo feliz, pero que no puede abandonarse. Porque los que se van se mueren de nostalgia, ahogados en lágrimas o ahorcados a los cables de los teléfonos para las navidades y los cumpleaños.
Te acompañan hasta ezeiza, arrastrando los bagayos, adonde vas? Con la facha reciclada, ciudadanía cambiada, adonde vas?
Navidades extranjeras buscando en la billetera la foto que más querés Viendo goles de argentina a las 3 de la matina por deportes CNN Los viejos y los muchachos los dejás buscando un cacho de confort a fin de mes Y los mangos que amarroques los vas a gastar en viaje para venirlos a ver La valija con recuerdos, no entra el patio del colegio ni el fulbete de las diez No entra el alma de tu abuelo, la quinta y el gallinero, el horno y el almacén
Síndrome dulce de leche, contrabandista de yerba y postales en inglés Allá te dicen sudaca, acá te decimos negro nada más que por joder