"Y no seré de nadie camino del olvido te digo adiós... mi dulce amor..." ¡Era tan cruel aquel adiós de despedida tan fuerte que vibró mi corazón! Que al evocar tus ojos, tu voz, de suave tono, mi enorme pena me venció y sólo sí que te lloré desconsolado como se llora así... ¡un gran amor!...
Adiós... Adiós corazón repetiré todas las horas, ¡adiós... adiós... corazón, donde estás... óyeme!... ¡No puede ser, alma mía que mis labios te nombren que no vuelvas un día! Adiós... adiós... corazón ya no vendrás, ¡mi gran amor!...
Los años han pasado; tu nombre es un recuerdo: lo más preciado para mí. Serás la flor, el aire, el sol que me acaricia que me hablan de tu amor... de ayer... de ti. No ha de borrar el tiempo el musical y suave embrujamiento de tu voz. Sólo tu adiós, aquel adiós de despedida por siempre me hablará de nuestro amor.