Soñaba que a mi lado brillabas de alegría. Pintada de colores, tu sonrisa me encantó. Y al verme ya despierto siento al sol que me acaricia. Las sabanas marcadas con las huellas de tu adiós. Y una carta final de despedida la cruel sentencia a muerte de nuestro gran amor. Y la fragancia de una flor cuando marchita. No entiendo por qué lo nuestro terminó. No es fácil olvidar lo que más nos lastima. Tu caja de pandora es como el himen blindado a mi amor Caminando sedientos golpe a golpe fuimos derrumbando las fronteras y hoy sobre sus escombros nos amamos por última vez. Y una lagrima cayó por tu mejilla Se convertía en hielo lo que ayer nos abrigo y la fragancia de una flor cuando marchita... Cautiva en un desierto naufragando entre arenas mi alma errante se enredó. Acribillada a espaldas por tus balas que están hechas de pólvora y pasión. Y es que no volveré otra vez a ser el blanco de tu arpón. Y olvidate mi vida...