cuando me fui hacia aquel lugar donde despedimos las almas no quería pensar en el día que te encontré en el medio de una habitación inconsciente y sin saber porqué estabas ahí, sin poder salir, sin poder salir
al despertarte dijiste que podía ser que te hubieses portado mal que te querías quedar a conocer a tu amor un poco más mientras te preguntaba una y otra vez que cómo podía ser que el amor llegase a ser frío como una pared, como una pared
más dame más, algo más
al ayudarte a subir la escalera que tenías frente a ti pude comprobar que eran de verdad los golpes que tenías en el lado derecho del corazón, al lado de tu amor, al lado de tu amor
te acompañé a tu habitación sin querer dejarte sola te empezaste a quitar la ropa del taller fuiste hacia el baño a lavarte la manos a curarte las heridas de un día sin salida, un día sin salida
te metiste en la cama y me miraste a los ojos ¿voy a ser otra mártir cualquier noche perdida? me quedé sin habla y al intentar abrazarte dijiste puedes marcharte tengo el calor de mis heridas, de mis heridas