Entre pétalos de rosa busqué su amor, y encontré violencia en lo que antes era una flor.
Le entregué mi cuerpo él compró mi juventud a cambio de partirme el alma en dos, dejé de esperar que el perfume de sudor no destilara odio el alcohol, que sus golpes no dolieran,
Dime por qué no he tenido alguien que cuidara de mi y ahora que mi vida echa a dormir siento que apenas viví.
José:
Ven, toma mi mano y duerme, yo soy la voz, de la vida y de la muerte un hola, y un adiós, soñarás caricias sobre un lecho de clama y de luz y un perfume de tu alma con gotas de paz y de amor, deje de llorar abrázame, ya todo terminó, hoy la ternura peinará tu piel sobre el arcoiris hay alguien que te espera.
Deja que mime en tu boca los labios del amanecer, que el susurro del dolor se irá, y que arda en olvido el ayer, Que el placer duerma en tu pecho y con besos sano de tu ser, que la amargura eche a volar, te espera otra flor, sígueme.
Despídete ya, se acaba el tiempo ve hacia la luz, no tengas miedo, él no volverá, la eterna angustia será su condena.
Deja que mime en tu boca los labios del amanecer, que el susurro del dolor se irá, y que arda en olvido el ayer.
Patricia:
Dime por qué no he tenido alguien que cuidara de mi y ahora que mi vida hecha a dormir siento que apenas viví.
A Dúo:
Deja que mime en tu boca los labios del amanecer, que el susurro del dolor se irá, y que arda en olvido el ayer. Que el placer duerma en tu pecho y con besos sano de tu ser, que la amargura eche a volar, Te espera otra flor, sígueme. Te espera otra flor, sígueme. Te espera otra flor, sígueme