Los sábados al obraje, solito por las picadas, el guitarrero Juan Ponce como sin querer llegaba. El guitarrero Juan Ponce como sin querer llegaba. Los hacheros en la noche, alegres porque él les canta, se ríen de a pedacito igual que brasa soplada. Se ríen de a pedacito igual que brasa soplada. Cuando Juan Ponce larga en el monte su voz pastosa el hacha de la luna se derrama, hoja por hoja. El hacha de la luna se derrama, hoja por hoja. Sus zambas brotan floridas y sus ojos se le empañan, cuando recuerda mujeres se le endulzan las distancias. Cuando recuerda mujeres, se le endulzan las distancias. Cantor pobre de los montes borracho en las madrugadas la guitarra con su sombra lo llevan crucificado. La guitarra con su sombra lo llevan crucificado. Cuando Juan Ponce larga en el monte su voz pastosa el hacha de la luna se derrama, hoja por hoja. El hacha de la luna se derrama, hoja por hoja.
Compositor: Manuel José Castilla - Gustavo Leguizamón