Estoy perdido, no tengo chance, no tengo amigos, ni tengo amor. Palermo sólo tiene la culpa, su bruja arena me engualichó. Busco desquite pero no viene, todos los datos son N.P. Fui siempre contra del viejo Legui, pero esta vuelta me juego a él.
¡Salvame Legui, salvame Legui!, que a tu pericia van mil y mil. Y si se hace, ¡salvao el hombre!... Chau a los burros, pianto a París. ¡Salvame Legui, salvame Legui, Pulpo querido, por caridad! Traelo cerca, largalo justo apenas pise la popular.
Mirame hermano, como he quedado, hablando solo, pobre de mí... Me vienen Legui, mal los borrados todas las pierdo por la nariz. Me jugué un paco por una fija, de esas gauchitas, poné y cobrá. Y me dijeron: "Tené paciencia. hubo decreto y fue pa'atras."