Y cesó la tormenta que cubría el cielo para dar paso al fuego que arde en la tierra Fuego que consume estúpidas religiones beatos enceguecidos por su fe e ignorancia
Aquel que entienda mis palabras escuchará en el inmenso sur el lamento de las almas libres como el condor que planea sobre los andes acariciando el frio viento y respirano aire de libertad
Muertas por su causa estas almas guerreras llenan de orgullo mi sangre que circula y arde en mis entrañas venganza para esta raza olvidada que prefirió morir antes que ser esclavos y llevar el peso del hierro sobre su espalda que no se doblegó ante batallas y torturas, ante el temor de ver sus hermanos caidos
Sangrando con su mirada de agonía llorando lágrimas de sangre que empañan sus rostros y limpian sus memorias paganas Libres como el condor que planea sobre los andes acariciando el frio viento y respirando aire de libertad