El rey de la noche
busca amigos en clubes de “house”
y en baños como farmacias.
Todos se ríen de sus chistes sin gracia,
todos le invitan a fumar.

El rey de la noche siempre aparece
con cien cañones rubias por banda.
Desaparecen cuando amanece,
anestesiada la garganta.

Después despierta,
le cuesta recordar:

Cien mil miradas que no se cruzaban,
aquel espejo que no reflejaba
ese gesto extraño que tuvo al llegar.
Cien mil trocitos de cristal con sangre,
ropa interior colgando de un alambre,
una chica que vendió su estrella polar.
Cien mil intentos de pasar de largo,
su imagen difuminada en un charco,
la resaca de sudor de la soledad.


El rey de la noche se mueve en círculos “cool”,
y toca todo con sus manos “Midas”.
La última vez que le vieron con vida
andaba ciego de “glamour”.
El rey de la noche canta victoria
y salva todos los obstáculos.
Siempre terminan peor las historias
para el rey del espectáculo.

A todo el mundo
Le cuesta recordar:

Cien mil miradas.......