De tanto tirar la bronca, ya comentan en el barrio, (bis) que soy un coso ordinario, un caradura y un ronga. Que vos sos una tonta porque aguantas mi torpeza, en cuanto falto ‘e la pieza le ortivás a los vecinos del fangote que tuvimos, ¡te vi'a romper la cabeza!
Le vas a pasar el santo enseguida a la encargada,(bis) si te encajo una patada o te tiro con un banco. Todo el barrio ya está al tanto que soy un fiaca, un curdela, es por culpa de tu lengua que muchas veces te fajo. Sabés que si no trabajo es porque sufro del reuma.
Hiciste correr la bola, primicia del conventillo,(bis) que yo tengo un calzoncillo el mesmo de nuestra boda. Pero acordate, pipiola, que pa' nuestro casamiento yo tenía un cargamento de duraznos y bananas y para comprar la cama lo vendí a cuarenta el ciento.
Después de todo, aclaremos, que tanto sacar los trapos, que tanto sacar los trapos, mi desgracia de ser pato es San Isidro y Palermo. Y aflojá, porque estoy lleno, raja pa' otro camarote porque del primer cazote, te lo juro Catalina, va a faltar penicilina para curarte el marote.