Domingo a domingo, asoma en tus labios la misma pregunta, temblando en tu voz. Y hoy quiero decirte porque no la traigo, para darte un beso y oĂr su perdĂłn. Mamá nada sabe, que estás entre rejas, si ella supiera, no quiero pensar. Si vieras la pobre, está tan enferma, por eso no quiero decir la verdad.