No diré que fue un infierno, pero tampoco fue tierno conseguir un poco de aire y respirar. A pesar de que en invierno la humedad rompe los huesos y en verano el sol te juzga sin piedad, oh!
Aun así te odio y quiero, amo el azul de tu cielo, aunque a veces no demuestre su color.
Y yo que llevo escrito en la cara mil guerras y una ganada, que es estar dentro de ti. (BIS)
Y daré bien empleado el largo paso de años mientras siga respirando al despertar. Y tus ojos que, a la luz del día, uh! me tiran de la cama sin piedad.
Aun así te odio y quiero, amo el azul de tu cielo, aunque a veces no demuestre su color.
Y yo que llevo escrito en la cara mil guerras y una ganada, que es estar dentro de ti. (BIS)
Y los coches, y la gente, y la lluvia en el cristal, saben bien lo que es vivir en ti ciudad. Avenidas de gigantes, calles desnudas, sin luz. El amor de una y mil vidas eres tú.
Y yo que llevo escrito en la cara mil guerras y una ganada, que es estar dentro de ti. (BIS)