De guante blanco este ladrón con su sonrisa inolvidable como quien va de flor en flor viene con una cada tarde Y es que te mira de manera que parece conocer tus sentimientos y tienes miedo la primera vez cuando el deseo crece por momentos
Poco a poco da un traguito de tu vaso y tú solita te abandonas al fracaso y me pregunto lo que tiene, quizá nunca convienen los hombres como él
Caradura, caradura ¿Por qué vas prometiendo la luna? si después de tus besos de Judas te me vas, te me vas, caradura
Besando las heridas de sus presas es fácil parecer un caballero pero detrás de su boca de fresa hay un ladrón que te roba un te quiero No tiene corazón ni tiene dueña y solamente es fiel a sus antojos pero lo malo es cuando tú te empeñas en ser la única que ven sus ojos