Ya no te espero. La vida que conoces se acabĂł Ya no la quiero. Ando en busca de mi lado animal
Aniquilada la inquietud de averiguar que somos Hay quien germina en nuestro ser falsas necesidades Que no terminan de saciarnos Si no lo quieres ver, es fåcil que te engañen Si ya no tienes sed te cobrarån el aire
El silencio convertido en enemigo Por idiotas que no dejan de gritar Sin saber que su discurso da motivos para odiar a su deidad
Los delirios infundados, sin sentido Que pretenden convencer del mĂĄs allĂĄ Son la muestra mĂĄs honesta del pecado que nos puede condenar
Y es que no hemos aprendido del pasado que lo bueno es natural Que el sonido artificial de los latidos de la gran ciudad Es el cĂĄncer que radica en la hermosura de esta sociedad enferma